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Sociedad

Gay hijo de Dios

Gay hijo de Dios Gay hijo de Dios
por Yonatello

"Vean que amor singular nos ha dado el padre que no solamente nos ha llamado hijos de Dios, sino que lo somos"(1 Juan.1:17). Las Sagradas Escrituras, con las cuales en tantas ocasiones -a nosotros los Gay- nos han tildado de pecadores, aberrados, condenados, sodomitas y para de contar...
Dichas escrituras nos nombran hijos de Dios, y recuerda "ustedes llaman Padre al que no hace diferencia entre las personas"(1Pedro.1:17).
Dios es nuestro Padre, debemos tenerlo muy presente frente a nuestra tendencia sexual, dejando de lado los mitos, perjuicios, tradiciones y criterios religiosos, que hoy por hoy, buscan separarnos de esta gran verdad:
Como Gay soy hijo de Dios.
Hijo de un Dios, que no se hace ajeno de la realidad que en ocasiones nos toca vivir por ser Gays: la soledad, las carencias afectivas, la falta de aceptación personal, la baja autoestima, los conflictos familiares, el rechazo y desplazamiento de la sociedad, la falta de oportunidades frente al grupo heterosexual lleno de paradigmas, normas, leyes, prejuicios, y fundamentos (los cuales ni ellos mismos soportan) que nos esclavizan e impiden realizarnos como hijos de Dios, por encima de una tendencia sexual, opacando la grandeza que posemos.
Entonces como hijos de Dios, hemos de tender hacia él viviendo como tales buscando tener, en primer lugar, una experiencia personal con Dios nuestro padre que nos acepta tal como somos, que no se avergüenza de nosotros; en segundo lugar, palpando la liberación y redención de nuestro cuerpo dada en Cristo Jesús, quien cargó con nuestras faltas; y en tercer lugar, asumiendo nuestra condición sexual bajo las normas del amor y respeto a la dignidad de hijos de Dios que poseemos, guiados por el Espíritu Santo comunicado a los creyentes.
Para comunicarte con el autor de este artículo:
yonatello@hotmail.com

La crisis de la juventud gay

La crisis de la juventud gay La crisis de la juventud gay
Por Joselly Castrodad-Sánchez - SentidoG.

La Alta incidencia de suicidios entre los adolescentes gay, lesbianas o que cuestionan su identidad sexual ha llevado a jorge valencia a tomar cartas en el asunto

Durante su adolescencia Jorge Valencia nunca comprendió por qué su mejor amigo, un joven simpático y lleno de energía al que todos admiraban, se consumió en silencio en un estado de depresión que culminó el día en que se quitó la vida. "Es evidente que en su desesperación, nunca se sintió cómodo para hablar con su familia o sus allegados sobre sus problemas y pensó que nadie lo podía ayudar", dice Valencia, quien prefiere no divulgar el nombre de su amigo. "Ojalá él hubiese sabido que la ayuda sí existe".

Como la tragedia del suicidio afecta profundamente no sólo a su víctima, sino a todo el que le rodea, Valencia vivió años de tristeza y frustración por no haber podido ayudar a su amigo. Hasta el día en que este actor de origen mexicano participó en un evento del Proyecto Trevor y decidió poner manos a la obra. Hoy, como director ejecutivo de esta organización sin fines de lucro en Los Ángeles, Valencia y su equipo de especialistas y consejeros se dedican a educar a la comunidad sobre la alarmante incidencia de suicidios entre los jóvenes gay, lesbianas o que cuestionan su orientación e identidad sexual. "Si el suicidio es la tercera causa más común de muerte entre jóvenes de 15 a 24 años, los casos se triplican entre los adolescentes homosexuales", explica Valencia. "Por eso nuestra labor es tan importante".

Pero la gestión más significativa del Proyecto Trevor reside en la intervención en momentos de crisis que brinda de forma gratuita y totalmente confidencial. Mediante su línea telefónica de apoyo a nivel nacional, 1-866-4-U-TREVOR, todo aquel que busca consuelo, empatía o consejería por estar al borde del suicidio puede encontrar una luz al final del túnel. "No vamos a decirle al joven 'tú eres gay' o que hay algo malo o bueno con su situación", afirma Valencia. "Es normal para un chico tener sentimientos encontrados con respecto a su sexualidad. Lo que queremos es mantenerlos vivos y seguros a toda costa, para que luego puedan identificar a su propia red de apoyo".

Y es que para los adolescentes, en especial para aquellos que se sienten en conflicto con su orientación sexual y al margen de su familia y la sociedad, es crucial contar con alguien de mente abierta que los escuche. Ya sea algún familiar, un amigo, miembro de su iglesia o algún profesional de la salud, es importante que un adolescente en crisis tenga con quien compartir sus dudas y preocupaciones. Sin embargo, según los expertos, el arraigo social a los estereotipos negativos y los rígidos conceptos morales que definen la homosexualidad como algo nocivo o patológico perpetúan el ambiente de hostigamiento y hasta la violencia que sufre frecuentemente la comunidad lésbica, gay, bisexual o transgénero (LGBT, por sus siglas en inglés).

"Hasta en la escuela, los maestros y consejeros muestran resistencia a hablar de la homosexualidad por [un falso] miedo a promoverla", afirma Víctor Martínez, director de prevención y educación de la unidad LGBT de la organización Bienestar Servicios Humanos en el sur de California. "Como si fuera la gripe que se va a contagiar". Como resultado de esta opresión y rechazo surgen los sentimientos de vergüenza y desahucio que le provocan al joven el pensamiento de que no hay otra salida que no sea la muerte.

Entre los adolescentes hispanos, el problema parece agravarse ante el imperante machismo y el conservadurismo religioso que caracteriza a la cultura latinoamericana. "Me infundieron la idea de que ser homosexual era la perversión más baja y el peor de los pecados", recuerda el ecuatoriano Francisco Guayasamín, que ya de adulto ha logrado superar sus sentimientos suicidas. "Mi padre adoptivo decía que prefería un hijo muerto a uno homosexual. Pensé que no tenía futuro y era mejor morir".

Para Juan, un joven de Austin, TX, que prefiere mantenerse en el anonimato ante la imposibilidad de compartir con su familia que es gay, su situación lo ha llevado no sólo a considerar el suicidio, sino a terminar toda relación con sus familiares. "Me perturbaba escuchar el menosprecio que sentían al ver a un personaje gay en la televisión", comenta Juan sobre la falta de modelos positivos de la comunidad gay o lésbica en los medios de comunicación. "¿Cómo iban a reaccionar conmigo? Con la ayuda de mis amigos comprendí que no soy el único que se siente así".

Los expertos también hacen hincapié en que el suicidio no siempre es inmediato. "Algunos jóvenes emprenden comportamientos autodestructivos, como el abuso de las drogas o el sexo sin condón", acota Martínez. "Otros, que son echados de sus casas se van a la calle a prostituirse para sobrevivir. Esta conducta, si bien no es un plan de suicidio, a largo plazo conlleva el mismo resultado".

Afortunadamente, son iniciativas como la del Proyecto Trevor y Bienestar Servicios Humanos las que les tienden una mano amiga a los adolescentes homosexuales más consumidos por el rechazo y la violencia. En el caso de Bienestar, que tiene acceso a recursos en toda la nación, los jóvenes de la comunidad LGBT y aquellos que viven con el virus VIH o SIDA pueden también recibir ayuda y tratamiento. Ya sea mediante sus múltiples grupos de apoyo, servicio de referidos médicos o durante sus eventos culturales, además de ayudar a jóvenes en crisis, Bienestar promueve la aceptación de estos grupos minoritarios en la sociedad en general. "Queremos celebrar la diversidad de la comunidad latina", asegura Martínez. "Y abrir un espacio de aceptación tanto para el joven como para su entorno familiar y social".

El suicidio de adolescentes se puede evitar. "Hay esperanza y gente dispuesta a ayudar", afirma Valencia, "para que el mundo no pierda más personas buenas por la desesperación".
Por Joselly Castrodad-Sánchez - SentidoG -

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El perigranaje del apóstata Cómo renunciar a la Iglesia Católica

El perigranaje del apóstata Cómo renunciar a la Iglesia Católica El perigranaje del apóstata Cómo renunciar a la Iglesia Católica
Por Beatriz Osa
En teoría, quienes forman parte de una asociación lo hacen de forma personal, consciente y libremente; de igual forma abandonan sus “filas”.

La Iglesia Católica es una asociación privada y, como tal, debería regirse por dicha normativa. En cambio, desde su posición sui géneris en el marco estatal, establece la apostasía como único medio reconocido para “darse de baja” y confirmar así el rechazo total a la fe cristiana recibida en el bautismo.

COGAM entregó 1.200 firmas el pasado 8 de julio, ahora sólo queda esperar... o iniciar un largo camino de demandas jurídicas.

Gays y lesbianas perjudican seriamente al tejido social, afirma el Vaticano

Gays y lesbianas perjudican seriamente al tejido social, afirma el Vaticano
31 Julio, 2003



El Papa Juan Pablo, en plena reivindicación antigay.

Adolfo Coria

Las uniones entre gays son “nocivas” para la sociedad, los Estados no están capacitados para legislar sobre esta materia ya que está más allá de “los límites de su actividad legítima” y la pretensión de equiparar las parejas de lesbianas y gays con el matrimonio es “infundada” dado el papel que éste último desempeña a nivel social y los distintos “datos biológicos” que configuran a hombres y mujeres. Así de rotundo se muestra el Vaticano en un documento publicado por la Congregación para la Doctrina de la Fe. En el informe se pide a los fieles que se opongan a los matrimonios gays ejerciendo su “derecho de objeción de conciencia”.

”Problema ético-político”

En su comentario a las “Consideraciones sobre los proyectos de reconocimiento legal de las uniones entre personas homosexuales”, elaborado por la Congregación, monseñor Angel Rodríguez Luño, un profesor de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, ha afirmado que el objetivo de su artículo es “ilustrar el problema ético-político que las uniones entre gays plantean a los legisladores y gobernantes en diversas partes del mundo”. La petición de “reconocimiento legal” supone reclamar los mismos derechos que se concede a los matrimonios heterosexuales, “lo que no excluye la adopción de hijos”, y viene motivada en ocasiones por cuestiones “prácticas o de orden económico” pero otras veces se fundamenta en “motivos de índole ideológico” más o menos radicales, según la Santa Sede.

Algunos ciudadanos, legisladores y gobernantes consideran “razonable o incluso un deber que la ley tome nota de ciertos fenómenos sociales, con el fin de evitar que ningún ciudadano sea discriminado por su orientación sexual o la libre asunción de formas de vida que no parecen nocivas para terceras personas”. El Vaticano considera justo que se dé la “relevancia jurídica” que corresponda a las relaciones personales “que cada uno establece libremente”, siempre y cuando, como en el caso del matrimonio, se “desempeñe una función esencial y multiforme en pro del bien común” como por ejemplo la “supervivencia de la sociedad” o la “educación y socialización de los hijos”. Sin embargo, las uniones gays no pueden “ser consideradas células fundamentales de la sociedad humana”, y, por tanto “la pretensión de equiparar o asimilar las uniones homosexuales y el matrimonio es manifiestamente infundada”.

Matrimonio= hombre y mujer

“Habiendo admitido que las uniones homosexuales no son idóneas para realizar el papel social que, por la naturaleza misma de las cosas, desempeña la unión matrimonial entre el hombre y la mujer, cabe preguntarse si el Estado tiene espacio para crear legítimamente una o diversas figuras de reconocimiento legal de las uniones gays”, prosigue monseñor Rodríguez en su reflexión, subrayando que “en términos generales el Estado tiene legítima facultad para crear nuevas figuras legales o modificar las ya existentes”.

Sin embargo, el Vaticano subraya que el Estado “superaría los límites de su actividad legítima” si “concediera un reconocimiento legal específico a las uniones homosexuales” dado que existen “abundantes razones de orden ético, biológico y antropológico, social y jurídico” que lo demuestran. Además, el reconocimiento de estas uniones tendría como “consecuencia inevitable” la “redefinición del matrimonio” –entendido como la unión de heterosexuales- que ahora sería considerado “uno de los matrimonios posibles” lo que supondría “un grave detrimento del bien común”. La Iglesia, que califica las uniones entre gays y lesbianas de “forma de vida o de relación humana”, considera que son una “actividad que no representa una contribución significativa y productiva para el desarrollo de la persona y de la sociedad” por lo que no pueden recibir del Estado “un reconocimiento legal específico y cualificado”.

Uniones nocivas

“Sin embargo, existen buenas razones para afirmar que estas uniones son nocivas para el correcto desarrollo de la sociedad humana, sobre todo si aumentara su presencia en el tejido social”, añade al respecto la Congregación para la Doctrina de la Fe en una de sus consideraciones. Este aspecto nocivo de las uniones gays produce “un innegable daño a terceros y a la sociedad en su conjunto”. En este sentido, la Santa Sede opina que el daño a terceros sería aún mayor si se autorizase a las parejas gays la adopción de hijos ya que, “como demuestra la experiencia, la ausencia de la bipolaridad sexual crea obstáculos para el desarrollo normal de los niños”. El Vaticano va incluso más lejos y considera que la adopción supone “de hecho ejercer violencia sobre estos niños” y va en contra de los derechos reconocidos por la Convención Internacional de la ONU sobre los Derechos del Niño.

Por todo ello, el Vaticano cree que “no se puede afirmar que estos y otros daños son justificables porque son necesarios para evitar que la pareja de homosexuales se vea privada de los derechos comunes que tienen como personas y como ciudadanos”, y añde que sería “una gran injusticia” que sacrificaría “el bien común y el derecho de familia” para conseguir algo que “puede y debe ser garantizado por vías que no sean nocivas” para el resto de la sociedad. “Un mal no se elimina con otro mal”, subraya el Vaticano. Por último, y dada la “intención” de Dios cuando creó a hombres y mujeres, el Vaticano pide a sus fieles que “en presencia del reconocimiento legal de las uniones gays, o de la equiparación legal de éstas con el matrimonio con acceso a derechos que son propios sólo de éste último, es un deber el oponerse de forma clara e incisiva”. “Hay que abstenerse de cualquier tipo de cooperación formal con la promulgación o la aplicación de leyes tan gravemente injustas”, y llegado el caso, “en esta materia cada uno puede reivindicar el derecho a la objeción de conciencia”, concluye el documento.

La homofobia

La homofobia

¿A qué le tenemos tanto miedo?

Este material está dedicado a la memoria de Bobby Griffith

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"El conocimiento — esto es, la educación en su sentido verdadero — es nuestra mejor protección contra el prejuicio que no razona y el miedo que produce pánico, ya sea que éstos nazcan de algún interés especial, de minorías restrictivas o de lÌderes aterrados."
— Franklin D. Roosevelt

Introducción

Las fobias son miedos irracionales que pueden afectar de varias maneras a gente perfectamente saludable. Hay a quienes les aterra entrar en un elevador, y quienes sudan frÌo con sólo pensar en abordar un avión. Cualquier fobia puede ser debilitante.

La homofobia es un miedo intenso y sin razón a los homosexuales, y
constituye una tragedia doble. Aquellos de nosotros que tememos u odiamos a los homosexuales solemos pensar que no conocemos a ninguno, aún cuando puede haber cierto número de personas con quienes socializamos, trabajamos o tal vez hasta convivimos, que son gays o lesbianas. Al mismo tiempo, muchos homosexuales se pasan la vida escondidos "en el closet", temiendo que la homofobia destruya sus relaciones familiares, su amor propio o hasta
sus mismas vidas.

Por desgracia, la gente homofóbica se la pasa perpetuando ciegamente ideas falsas sobre los homosexuales que pueden llegar a ser muy hirientes. Algunos pueden necesitar ayuda profesional para quitarse el miedo a los homosexuales, asÌ como algunos la necesitan para curarse el miedo a las alturas o a los elevadores, pero para casi todos nosotros basta el deseo de examinar nuestros miedos para aliviarlos. El miedo nace de los mitos y de la ignorancia al tema, y se les puede perder el miedo a los homosexuales si comenzamos a entender los mitos que rodean a la homosexualidad.

MITO: No es "normal" ser homosexual
o tener sentimientos homosexuales.

HECHOS: Las muy conocidas investigaciones del doctor Alfred C. Kinsey, que se hicieron desde los años treinta hasta los años cincuenta, mostraron que cerca de un 10% de la humanidad es principalmente homosexual.(1) El porcentaje de la población que es gay o lesbiana parece ser consistente sin importar el perÌodo histórico o la cúltura bajo estudio. La única diferencia es el grado de aceptación hacia la homosexualidad que demuestra cada sociedad.

Es interesante notar que también cerca de un 10% de la población humana es zurda. Hace doscientos años esto era considerado como
la marca de la brujería, un signo de perversión. La fobia hacia la brujería fué tan fuerte que se llegó a torturar y hasta a matar gente por el simple hecho de ser zurda. Tales actos pueden sonarnos hoy increÌbles, pero la sociedad puede llegar a ser muy cruel cuando tiene miedo. Seguramente en el futuro se recordará con asombro como los gays fueron sometidos a actos similares de desprecio.

Cada uno de nosotros tiene su propio modo instintivo de identificación sexual. Muy pocos tenemos sentimientos totalmente homosexuales o heterosexuales durante toda nuestra vida.(2) Un gran porcentaje de los heterosexuales han sentido atracción hacia miembros de su mismo sexo alguna vez en su vida.

Se ha encontrado que la sexualidad humana no es como dos caras opuestas, la heterosexual y la homosexual, sino, incluye una rica variación de posibilidades. Sin embargo, nuestra cultura desde niños nos ha forzado a pensar que los hombres tienen que actuar de cierto modo, y las mujeres de otro. El hombre que llora en una película triste o la mujer que puede reparar su propio auto frecuentemente es el objeto de crueles burlas.

MITO: La homosexualidad es una enfermedad mental

HECHOS: "La homosexualidad, de por sí, no implica ningún impedimento en el juicio, la estabilidad, la confiabilidad ni las capacidades sociales y vocacionales en general. Es más, urgimos a los profesionales de la salud mental a que tomen la delantera en eliminar el estigma de enfermedad mental que usualmente se asocia con la orientación homosexual. Más aún, apoyamos y urgimos que se rescinda toda legislación que penalice el acto homosexual
entre adultos que lo consientan, en privado".

Esta Resolución fue aprobada en 1973 por la Junta Directiva de la
Asociación Siquiatrica Americana.(3)

La orientación sexual y emocional de cada persona se establece a una edad muy temprana. Casi todos los expertos aseguran que ocurre al nacer; y con certeza antes de los cinco años.(4) La homosexualidad en sí no provoca anormalidades sicológicas. En cambio, el vivir bajo la presión de tener que fingir que no se es homosexual sÌ puede costar mucho en términos de amor propio, y hasta puede causar serios daños sicológicos.

Sin embargo, en muchas sociedades la homosexualidad se considera muy normal. Este era el caso en las antiguas Grecia y Roma y en muchas tribus indÌgenas de América.(5) Más y más sociedades del presente llegan a tener una aptitud aceptante, y va creciendo el número de países que reconocen legalmente las relaciones como el matrimonio y cohabitación homosexual.

MITO: El SIDA (AIDS) es un castigo de Dios a los homosexuales.

HECHOS: Entonces, ¿Es la polio un castigo de Dios a los niños? ¿Es la anemia falciforme Su castigo a los negros? Los varones homosexuales fueron los primeros en contraer la enfermedad en los Estados Unidos, pero ellos no la causaron. Aunque el SIDA se transmitió primero entre heterosexuales en Africa Central, tampoco los africanos lo causaron.(6) El enemigo es la enfermedad, no los enfermos. El SIDA no discrimina. Aquellos que dicen que
el SIDA es un castigo de Dios a los homosexuales se olvidan de mencionar el hecho de que casi no se da entre las lesbianas.

MITO: La homosexualidad es un pecado.

HECHOS: La Biblia contiene seis pasajes que condenan el comportamiento homosexual.(7) La Biblia también contiene numerosos pasajes que condenan el comportamiento heterosexual.(8) Aunque los teólogos y estudiosos aún no estan de acuerdo en cuanto a las interpretaciones bÌblicas, sÌ están de acuerdo en una cosa: Jess no dijo absolutamente nada acerca de la homosexualidad. Entre las cosas que segn la Biblia son "abominables" o "inmundas" están el adulterio, el incesto, y tambien ponerse ropa hecha de más de un tipo de fibra, y comer crustáceos como el camarón y la langosta.(9)

La religión con frecuencia ha sido mal utilizada para justificar el odio y la opresión. Hace menos de medio siglo, los bautistas en los Estados Unidos defendÌan la segregación racial basándose en que estaba permitida en la Biblia.(10) Los primeros cristianos no eran hostiles hacia los homosexuales. La intolerancia empezó sólo después del siglo XII.(11)

Hoy, mucha gente ya no cree que la homosexualidad es una enfermedad o un pecado. Pocos condenarían la heterosexualidad como inmoral, a pesar de la alta incidencia de violaciones, incesto, abuso de niños, adulterio, violencia familiar, promiscuidad y enfermedades venéreas entre los heterosexuales.

Por fin, muchos dentro de las religiones organizadas están comenzando a prestar atención a la homofobia de la iglesia. El Consejo Nacional de Iglesias de Cristo, la Unión de Congregaciones Hebreo-americanas, la Asociación Universalista Unitaria, La Sociedad de Amigos ("cuáqueros") y la Hermandad Universal de Iglesias Comunitarias Metropolitanas apoyan los derechos
civiles para los gays y las lesbianas al igual que para la demás gente.

MITO: A los niños no les afecta la homofobia.

HECHOS: El suicidio se ha convertido en una de las principales causas de muerte entre los jóvenes. Las estadÌsticas indican que la incidencia del abuso de drogas y el suicidio es mucho más alta entre la juventud gay y lesbiana. La opresión social y el miedo al rechazo suelen llevar a la depresión, el abuso de drogas y hasta el suicidio. Casi todos los grupos tradicionales de apoyo al joven (la familia, la iglesia, las escuelas) rechazan, condenan o niegan la existencia de esa juventud gay y lesbiana. Sin un sistema de apoyo, muchos de estos jóvenes se convertirán en víctimas de nuestra sociedad homofóbica.

MITO: Uno mismo escoge ser homosexual o heterosexual.

HECHOS: Cuando nos enamoramos de alguien, bien sea del mismo sexo o del opuesto, es por una combinación de muchos factores. Casi todo el mundo siente que su orientación sexual no es una decisión suya sino un impulso natural. Si usted es heterosexual, ¿recuerda haberlo escogido? Tratar de cambiar este impulso natural de una orientación a otra es por lo general imposible. La alternativa que sÌ tenemos es la de cómo vamos a tratarnos los unos a los otros.

El odio hacia los gays y las lesbianas es obra de humanos, no de Dios. Como casi cualquier otro grupo, la mayorÌa de las mujeres y hombres gay son gente buena, interesados en el futuro de su nación y del mundo. No piden favores especiales; simplemente el respeto y
los derechos que todos debemos disfrutar, sin miedo a los ataques verbales o fÌsicos. Lo que cada persona sÌ elige es cómo nos tratamos los unos a los otros.

MITO: Las causas de la homosexualidad son la mala crianza y/o los problemas familiares.

HECHOS: No hay evidencia concluyente que apunte a una "causa" para la homosexualidad o la heterosexualidad. Los gays igual que los heterosexuales vienen de todos los tipos de familia. Como siempre, el buen padre es aquel que enseña a tener amor a otros y a sÌ mismo, y respeto hacia los demás.

MITO: Los homosexuales no contribuyen en nada a la sociedad.

HECHOS: Hoy en día e históricamente, la gente homosexual y bisexual ha hecho innumerables contribuciones a la sociedad: Platón, Leonardo da Vinci, Julio César, Miguelángel, Federico García Lorca, Walt Whitman, Oscar Wilde, Tchaikovski, Alejandro Magno, Martina Navratilova, Pedro Almodovar, Elton John, k d lang, Truman Capote. Hoy, mucha gente influyente y bien conocida es gay, lesbiana o bisexual, pero casi todos esconden sus vidas privadas (como hizo el actor Rock Hudson). Viven temerosos del odio y la intolerancia que recibirian si alguien asociara la palabra "gay" con sus nombres.

Conclusión

La homofobia es un prejuicio como cualquier otro. Requiere de la ignorancia para promover el temor y el odio hacia los homosexuales. Como individuos, y como sociedad todos resultamos diminuidos cuando alguien ejerce violencia sobre otro.

La educación es una de las mejores armas contra el temor y el odio, asÌ que por favor haga circular este folleto. Con eso, puede ser que ayude a uno de sus amigos, a alguien que usted quiere, incluso puede hasta salvar una vida.

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Agradecemos a los padres, a los amigos y a todos aquellos que han hecho posible la edición de este folleto. Producido y distribuido por el "Lesbian and Gay Public Awareness Project" (Proyecto de Concientización Pública Lesbiana y Gay), una organización sin fines lucrativos que trabaja para reducir la homofobia mediante la educación.

Este folleto y nuestros anuncios de conciencia pública tienen
derechos reservados. Cualquier individuo u organización puede reimprimir este folleto con el permiso escrito del Lesbian and Gay Public Awareness Project.

Cualquier contribución para ayudar a sufragar los gastos de producción y distribución de este material es bienvenida. Para más información o permiso para reimprimir este folleto escriba a:
The Awareness Project
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Phoenix, AZ 85082-0881 USA
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© 1995 The Lesbian & Gay Public Awareness Project
All Rights Reserved / Derechos Reservados

Usted mismo puede ayudar. Si usted está convencido de que tenemos la reponsabilidad social de impedir que se siga difundiéndose la homofobia, ayúdenos a luchar por la comprensión y la igualdad de derechos hacia los hombres y mujeres
homosexuales y bisexuales. Algn día, el valor de toda la vida humana será respetada y hará un mundo mejor para todos.

Glosario

bisexual: que tiene atracción sexual hacia cualquier sexo.
fobia: un miedo irracional.
gay: palabra preferida por muchos homosexuales para definirse.
heterosexual: que tiene atracción sexual hacia el sexo opósito.
homofobia: miedo irracional hacia los homosexuales.
homosexual: que tiene atracción sexual hacia su mismo sexo.
lesbiana: mujer homosexual.
orientación sexual: hacia cual (o cuales) sexo(s) cada persona siente atracción sexual.
"The Awareness Project" (El Proyecto de Concientización) lucha en la promoción del entendimiento y para reducir el miedo, prejuicio y
discriminación hacia los gays y lesbianas através de una campaña nacional de educación pública.

Bibliografía

(1) Bell, Alan P., Ph.D., y Weinberg, Martin S., Ph.D., Homosexualities, A Study of Diversity Among Men & Women, (Nueva York, Simon & Schuster, 1978)

(2) Masters, William y Johnson, Virginia, Homosexuality in Perspective, (Boston, Little, Brown, 1979)

(3) Resolución adoptada en 1973 por la American Psychiatric Association Board of Trustees.

(4) Bell, Alan P., Ph.D., Weinberg, Martin S., Ph.D. y Hammersmith, Sue Kiefer, Sexual Preference, It's Development in Men and Women,
(Bloomington, Indiana, University Press, 1981)

(5) Kepner, Jim, Becoming a People, A Four Thousand Year Gay and Lesbian Chronology, (West Hollywood, California, National Gay Archives, 1983)

(6) Liebowitch, Dr. Jacques, A Strange Virus of Unknown Origin,
(Neuva York, Ballentine Books, 1985)

(7) La Santa Biblia, Levíticos 18:22, LevÌtico 20:13, Deutoronomíos 23:17, Primera de Reyes 14:24, Romanos 1:26-27, Coríntios 6:9.

(8) La Santa Biblia, Primera Coríntios 6:9-10, Primera Timoteo 1:10, Levíticos 18:6-20, Levíticos 19:29, Levíticos 20:10-12, Deuteronomíos 5:18, Deuteronomíos 22:22-30.

(9) La Santa Biblia, Levíticos 20:10, Levíticos 11:10-12, Levíticos 18:6-20, Deuteronomíos 22:11.

(10) Falwell, Jerry, Strength for the Journey, An Autobiography,
(Nueva York, Simon & Schuster, 1987)

(11) Boswell, John, Christianity, Social Tolerance, and Homosexuality, Gay People in Western Europe from the Beginning of the Christian Era to the Fourteenth Century, (Chicago y Londres, The University of Chicago Press)null